En el lanzamiento del diagnóstico “10 años después”, Manuel Amaya subrayó que las transformaciones actuales exigen repensar el modelo urbano, integrando principios como descentralización, intersectorialidad y justicia territorial.
17 de julio de 2025. Durante el lanzamiento del diagnóstico “10 años después: reconocer lo avanzado y responder a lo que viene”, el decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile (FAU) y consejero del Consejo Nacional de Desarrollo Territorial (CNDT), Manuel Amaya, destacó la necesidad urgente de actualizar la Política Nacional de Desarrollo Urbano (PNDU), ante un escenario marcado por transformaciones profundas en las ciudades chilenas.
En su intervención, Amaya valoró los avances logrados desde la implementación de la PNDU en 2014, una política que —según explicó— restituyó la necesidad de una mirada estratégica, integral y multisectorial sobre el fenómeno urbano. Sin embargo, advirtió que “el contexto ha cambiado con transformaciones demográficas, aceleración del cambio climático, eventos naturales que requieren gestión de riesgos, nuevas formas de habitar, crisis de los cuidados y profundización de la desigualdad territorial nos obligan a repensar seriamente nuestra política urbana”.
El diagnóstico presentado en la jornada evidencia la urgencia de responder a este nuevo escenario, incorporando principios como descentralización, participación, intersectorialidad y sustentabilidad. Para Amaya, estos no deben entenderse como meras declaraciones, sino como “condiciones necesarias para avanzar hacia ciudades y territorios más justos, resilientes y habitables”.
Asimismo, destacó la importancia de concebir la ciudad y el territorio desde una perspectiva multiescalar, capaz de reconocer la complejidad de los procesos urbanos contemporáneos. “Sabemos que lo urbano no se agota en la escala del barrio o la comuna. Lo urbano hoy se entrecruza con procesos sociales, productivos, ambientales y culturales que trascienden los límites administrativos”, afirmó.
Al finalizar, el decano reafirmó el compromiso de la Universidad de Chile, y en particular de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, con la construcción de políticas públicas urbanas. “Como universidad pública, asumimos con responsabilidad el deber de incidir activamente en los marcos que definen la calidad de vida de millones de personas. Desde la FAU, hemos contribuido históricamente con conocimiento, formación, propuestas e investigación, y seguiremos participando desde el CNDT con el mismo compromiso”, concluyó.