FAO, ODEPA y CNDT impulsan reflexión sobre alimentación urbana desde la planificación territorial

El seminario Sistemas agroalimentarios urbanos sostenibles convocó a instituciones públicas, representantes de la academia y organizaciones sociales para analizar cómo enfrentar la inseguridad alimentaria, el desperdicio de alimentos y el vínculo urbano-rural desde políticas públicas integradas.

3 de abril de 2025. Con más de 60 personas provenientes del mundo público, académico, privado y de organizaciones de la sociedad civil, se llevó a cabo el seminario “Sistemas agroalimentarios urbanos: una mirada desde la planificación territorial”, organizado por el Consejo Nacional de Desarrollo Territorial (CNDT), la FAO Chile y la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) del Ministerio de Agricultura.

La jornada se desarrolló en la Casa Central de la Universidad Católica, con el objetivo de reflexionar en torno a la necesidad urgente de avanzar hacia sistemas agroalimentarios sostenibles desde una perspectiva territorial, en un escenario marcado por el cambio climático, las crecientes desigualdades socioespaciales y la expansión urbana. En ese contexto, los sistemas alimentarios ya no pueden ser abordados de manera fragmentada, sino que deben integrarse como eje estratégico en la planificación de los territorios.

La representante de la FAO en Chile, Eve Crowley, valoró la instancia como un espacio clave para vincular el trabajo técnico con el diseño de políticas públicas. “En el actual contexto de crisis climática y de profundas brechas en el acceso a la alimentación, es fundamental pensar el sistema alimentario como parte del territorio. Los alimentos no aparecen por arte de magia en las ciudades, hay un sistema complejo detrás, y ese sistema debe funcionar de forma justa, sostenible y resiliente”, señaló.

Por su parte, Paola Jirón, presidenta del CNDT, destacó que “los sistemas agroalimentarios sostenibles son una solución clave, ya que promueven el comercio local, el acceso justo y el cuidado ambiental. Esta articulación urbano-rural nos permite pensar nuestros territorios de forma más integrada, considerando que las decisiones sobre el uso del suelo y la planificación inciden directamente en la seguridad alimentaria”.

Desde ODEPA, su directora Andrea García subrayó la urgencia de fortalecer la soberanía alimentaria. “No basta con garantizar el abastecimiento. Tenemos que pensar cómo se produce, cómo se distribuye y cómo se accede a los alimentos. Eso requiere una mirada territorial, multisectorial y con participación activa de las comunidades”, enfatizó.

Uno de los momentos destacados del seminario fue la exposición del oficial regional de FAO para sistemas alimentarios, João Marcelo Intini, quien abordó el impacto de las crisis recientes —pandemia, conflictos bélicos, choques climáticos— en los sistemas alimentarios globales. “Las barreras logísticas ya no son el único problema. Hoy los sistemas alimentarios deben prepararse para enfrentar estresores múltiples y permanentes. Por eso es clave pensar de forma más circular, conectando salud, agricultura, energía, educación, territorio y gobernanza”, señaló.

La jornada también incluyó exposiciones de expertas que compartieron experiencias concretas y estrategias innovadoras. La investigadora Sara Granados, especialista en sistemas alimentarios urbanos FAO/UCL, abordó el impacto de la alimentación en la salud pública y los desafíos de las ciudades intermedias: “Una dieta poco saludable genera costos crecientes para el sistema de salud. Además, las ciudades están creciendo sin incorporar adecuadamente la infraestructura alimentaria, lo que acentúa los desiertos alimentarios y agrava las desigualdades”, indicó. En ese sentido, propuso avanzar hacia un enfoque de “paisajes alimentarios”, entendiendo que la alimentación se vincula con el agua, la biodiversidad, el transporte y la cultura.

En tanto, la especialista en políticas públicas y representante del Ministerio de Desarrollo Social de Brasil Giselle Almeida, presentó la estrategia nacional “Alimenta Cidades”, impulsada por el gobierno federal para fortalecer la seguridad alimentaria en contextos urbanos. “El hambre no se resuelve solo con aumentar la producción. Hay que garantizar acceso, disponibilidad y consumo de alimentos saludables, especialmente en las periferias urbanas. Esto requiere intersectorialidad, participación comunitaria y voluntad política a todos los niveles”, explicó. Además, recalcó que ya han trabajado con más de 60 municipios, documentando buenas prácticas para facilitar la innovación local.

Otro de los conceptos clave que se abordó fue el de la interfaz urbano-rural, entendido como ese territorio intermedio entre la ciudad consolidada y el mundo rural, que hoy está desregulado y excluido de la planificación formal. Estas áreas presentan problemas de uso de suelo, presión inmobiliaria y pérdida de suelos productivos, afectando directamente la sostenibilidad del sistema alimentario.

En ese marco, se presentó también un estudio sobre huertos comunitarios en la Región Metropolitana, donde se identificó que más de la mitad de los 55 huertos existentes tienen baja participación comunitaria a pesar de contar con inversión técnica. Esta realidad refuerza la necesidad de fomentar la apropiación del territorio por parte de las comunidades y fortalecer las redes locales.

Paola Jirón subrayó que “el Consejo Nacional de Desarrollo Territorial busca impulsar este tipo de conversaciones porque creemos que el desarrollo territorial debe poner en el centro la vida, la salud y el bienestar de las personas. La alimentación es parte de ese derecho y no puede estar subordinada solo a la lógica del mercado”.

El seminario concluyó con un llamado a seguir profundizando la gobernanza intersectorial, integrar el enfoque alimentario en los instrumentos de planificación y reconocer que la alimentación —al igual que la movilidad, la vivienda o el agua— debe ser tratada como un derecho garantizado por el Estado.

Relacionados